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Descifrando el flujo documental: Su significado y alcance para abogados

En el mundo legal, donde cada documento puede tener implicancias críticas, la manera en que se crea, comparte, aprueba y archiva la información marca una diferencia sustancial en la eficiencia y control de los procesos. Por eso, hablar de gestión documental ya no es suficiente: hoy el foco está en ordenar el flujo documental legal, con trazabilidad, seguridad y automatización.

¿Qué es el flujo documental y por qué importa?

El flujo documental abarca todas las etapas por las que pasa un documento dentro de una organización: desde su creación, revisión, aprobación, distribución, almacenamiento y hasta su eventual eliminación. Es un componente clave de la gestión de la información porque permite ordenar, controlar y optimizar los procesos que giran en torno a los documentos.

Según el Consejo Internacional de Archivos (ICA), el flujo documental se entiende como “el conjunto de operaciones sucesivas por las cuales un documento pasa desde su recepción o producción hasta su archivo o eliminación final, en función de su valor administrativo o legal” (ICA, International Council on Archives).

En el ámbito legal, donde los documentos son la base del trabajo diario, este flujo no solo garantiza trazabilidad y cumplimiento, sino que también mejora la eficiencia, disminuye los errores y fortalece la toma de decisiones basada en datos.


Características clave de una gestión documental moderna

Hoy, soluciones como Lexflow y Lexsoft permiten a los equipos legales implementar flujos documentales ordenados, seguros y automatizados. ¿Qué funcionalidades hacen la diferencia?

Centralización de expedientes y archivos

Toda la información legal relevante —expedientes, escritos, contratos, comunicaciones— debe estar en un solo sistema, accesible para las personas adecuadas en el momento justo. Esto mejora la colaboración entre áreas y evita duplicidad de esfuerzos.

Control de versiones y flujos de aprobación

¿Quién redactó el último contrato? ¿Quién aprobó el escrito judicial? ¿En qué versión estamos? Una gestión documental robusta da trazabilidad completa, reduciendo errores y asegurando el cumplimiento de plazos procesales.

Búsquedas inteligentes y filtros avanzados

Los tiempos en que se perdían horas buscando un archivo quedaron atrás. Hoy, herramientas modernas permiten filtrar por fechas, autores, tipo de documento, materia o número de causa, facilitando la recuperación eficiente de la información.

Seguridad y cumplimiento normativo

Como lo establece la OEA, los datos personales deben resguardarse bajo políticas de privacidad robustas. Plataformas como Lexsoft permiten gestionar permisos, definir accesos y proteger información confidencial bajo estándares internacionales.

Incorporación de automatización e inteligencia artificial

Según Lexology, la automatización de flujos documentales se ha vuelto clave para equipos legales modernos. La IA permite detectar patrones, generar alertas, clasificar documentos automáticamente y asistir en tareas repetitivas.

Integración con sistemas judiciales y administrativos

El flujo no termina dentro de la organización. Herramientas como Lexflow permiten conectarse directamente con plataformas como el Poder Judicial, Escritorio Digital o Firmagob, automatizando el envío, seguimiento y archivo de escritos y resoluciones.

Primeros Pasos para Optimizar tu Flujo Documental

Mejorar el flujo documental no tiene por qué ser una tarea titánica. Empieza por:

  1. Mapear tus procesos actuales: Entiende cómo fluyen los documentos hoy.
  2. Estandarizar: Define convenciones de nombres, estructuras de carpetas y procedimientos claros.
  3. Aprovechar la Tecnología: Considera implementar un Sistema de Gestión Documental (DMS), herramientas de workflow o soluciones de firma electrónica.
  4. Capacitar al Equipo: Asegúrate de que todos conozcan y sigan los procedimientos.
  5. Revisar y Mejorar: El flujo documental debe adaptarse a medida que las necesidades cambian.

Más que sólo ordenar papeles

Gestionar el flujo documental de manera eficiente va mucho más allá de simplemente «ordenar papeles» (físicos o digitales). Es una práctica fundamental que impacta directamente en la productividad, seguridad, cumplimiento normativo y, sobre todo, en la rentabilidad de cualquier equipo legal.

En un entorno jurídico cada vez más exigente y digitalizado como el de Chile en 2025, invertir tiempo y recursos en optimizar cómo se crean, gestionan y archivan los documentos no es un gasto, es una inversión estratégica que libera el potencial de tu equipo para enfocarse en brindar asesoría, defensa y toma de decisiones legales de alto nivel.

En este contexto, soluciones como Lexflow y Lexsoft de Amisoft permiten dar ese salto de eficiencia que hoy es indispensables.